Viaje en el tiempo, en la historia.

Monumento de Canota, no solo la puerta de ingreso a la reserva natural, sino el recordatorio de una epopeya reconocida mundialmente. San Martín y su ejército pisaron estos suelos.

Zona de Huarpes, nuestro pueblo nativo, dócil y colaborador, que nos dejó grandes enseñanzas.

El camino nos lleva a una quebrada, que se destaca por su conservación de flora y fauna. Raro no avistar aves, guanacos, zorros y muchos otros ejemplares nativos, en nuestro recorrido por la reserva.

Vaquería... parada obligada, antiguo anexo del Hotel emblema del lugar. Desde aquí se proveía de víveres al establecimiento principal. Actual Centro de Interpretación y residencia de Guardaparques.

La senda da inicio a un camino mucho más extenso, sinuoso y aún de ripio, famoso por sus 365 curvas. Antigua ruta a Chile, paso obligado, ahora poco transitado, pero con un mirador que permite una vista conmovedora de la quebrada.

Capítulo aparte y tiempo especial merecen los jardines y alrededores del viejo hotel, imagen del agua mineral natural que aquí emana y llega a nuestras mesas. Donde los guías del sitio nos contarán historias y anécdotas.

Villavicencio: historia y naturaleza en su máxima expresión... inviernos nevados, primaveras coloridas, otoños ocres, veranos de verde intenso. Cuatro paisajes en un mismo lugar!!